Friday, September 08, 2006

En el país de los dragones



Un niño, hospitalizado a causa de su enfermedad, es elegido por su gran valor para una difícil misión en el país de los dragones.
Y ante los asombrados ojos de Pablo, el enfermero se fue transformando en un formidable dragón. De su espalda surgieron dos descomunales alas, parecidas a las de los murciélagos, su cabeza se hizo gigantesca y unos exorbitantes ojos verdes de gato le miraban fijamente. Todo él era tan grande que uno podía subir por las negras escamas de su espalda, como si fueran los peldaños de una escalera...

imagen y texto extraídos de: www.todocancer.com